Novela: El Fin de la Locura
Autor: Jorge Volpi (Mexicano)
Editorial: Seix Barral
La acabo de terminar. Es el primer libro de Volpi que leo. Es una novela ambiciosa, con un despliegue enorme de técnicas (múltiples narradores, cartas, diarios íntimos, artículos periodísticos, soliloquios, etc.) y, con la clara intención de ser total como lo prendieron muchos escritores del llamado Boom latinoamericano.
Se trata de la historia de Aníbal Quevedo, un psicoanalista mexicano que un buen día, sin saber cómo, despierta en un cuarto de hotel en París. Es mayo del 68 y desde las calles llegan a su confusión inicial los gritos revolucionarios de los estudiantes universitarios. A partir de ahí se desencadena el laberíntico periplo de éste personaje que no terminará hasta varios años más tarde con su regreso a México y con la caída del muro de Berlín.
A lo largo de la historia, vemos desfilar a muchos personajes importantes: Lacan, Althuser, Barthes, Foucault, Fidel Castro, Salvador Allende, Carlos Salinas de Gortari, Rafael Guillen antes de ser El subcomandante Marcos y, de refilón, Octavio Paz, Monsavais y en una escena fugaz, Julio Cortázar en la distancia, metiendo las manos en las aguas del Sena.
Volpi pretende narrar la vida pasión y muerte de la utopía de la izquierda revolucionaria, así como también, pintar un fresco de un mundo en donde, la corruptela, la doble moral y la búsqueda desesperada del poder y del reconocimiento, hacen imposible la posibilidad de pensar en una sociedad limpia, regida por la honestidad y el buen juicio. El fin de la locura es entonces, ni más ni menos, que el fin de la utopía revolucionaria como tal.
A través de este viaje, Anibal Quevedo es acompañado por dos mujeres. La primera es la francesa Claire, una revolucionaria de lo más utópica y desbordada que uno se pueda imaginar y de la que Quevedo se enamora locamente, sólo para sufrir una y otra vez, el diestro arte de la fuga de Claire. La segunda mujer es Josefa Ponce, una mexicana que desde el primer momento asume el rol de ordenadora de su vida y que lo acompaña hasta el final de sus días como su más fiel escudera. De algún modo, Quevedo es el Quijote lacaniano, Claire la dulcinea revolucionaria y Josefa, la sancho abnegada que guarda un amor eterno y nunca correspondido.
Hay un guiño interesante en esta historia, el encuentro fugaz de Aníbal Quevedo con el peruano Martín, que es, ni más ni menos, el Martín Romaña, el de la vida exagerada, el de Bryce Echenique, quien le comenta a AQ en su breve encuentro: “Aunque hay mucha gente que todavía tardará mucho en entenderlo, mayo del sesenta y ocho ha terminado…”
El Fin de la Locura es, para no extenderme más, puesto que no soy un crítico ni un reseñista, si no, tan sólo un escritor que lee y comenta aquello de lo que disfruta, una novela interesante, que creo, vale la pena leer.
NOTA: Sobre Volpi hay harta información en google, estuve buscando alguna página en especial, pero la información está muy dispersa. Sólo basta con poner “Jorge Volpi” así, entre comillas, para que salga toda la información que el lector desee.
IMAGEN: Collage sobre papel y fotomontaje por JAG.