lunes, agosto 21, 2006

FEBRERO

UNO
¿Por qué febrero no me despiertas una mañana de estas con un puñado de palabras bajo el brazo; por qué no despliegas un poema meloso y denso como tus días; por qué el tibio azogue de tu aliento no me toca con el mismo ímpetu con el que arroja a los bañistas a las olas; por qué febrero no permites que se desate la tormenta que se gesta en mi interior; por qué no dejas que se abra mi boca y que irrumpan como locos los rayos y los truenos contenidos; por qué no dejas que se desate la lluvia que devenga en diluvio de palabras que me ahoguen, que arrastren mi cuerpo como un papel en sus corrientes, que me estrellen contra un edificio, contra una vaca muerta que flota con las patas para arriba?

DOS
Caminos azules, caminos que se tornan súbitamente rojos, caminos por los que se va febrero, sin sombra en los bolsillos, sin canto alguno picando en la garganta. Caminos por los que se va febrero, ya de espaldas, con su camisa hawaiana de tristísima estridencia.

TRES

Ya se va febrero. Su espalda se pierde en el camino. El viento revuelve su peluca romántica de lenguas de fuego. Y es triste la estridencia de su camisa hawaiana. Se va febrero con su espiral eléctrolux encendida en el pecho, con sus bermudas y sus ojotas, gringoide, cocacolino. Se va pues este desgraciado, con su boca cerrada, y sin saliva.

IMAGEN1: "Febrero", fotografía do hombre caminando y fotomontaje por JAG.

IMANEG2: "Ya se va febrero", fotografía de hombre, fotografía de fondo y fotomontaje por JAG.