
Ahora que estoy aquí, en el corazón de San Francisco, en el país en el que HALLOWEEN es una celebración importante, me pregunto, ¿dónde comenzó todo, cómo es que esta celebración, ahora comercial y exclusivamente consumista, llegó hasta esos niños pobres de Lima?





Se produjo entonces un claro caso de sincretismo que, durante la Edad Media, fue muy bien aprovechado por algunos ladrones que, durante las celebraciones, se disfrazaban de diablos y espectros para poder cometer sus fechorías y después culpar, muy orondos, a los espíritus. Se dice que es de ahí de donde surge la costumbre del disfraz.
La celebración llegó finalmente a los Estados Unidos traída por los pioneros. Al principio era una fiesta católica celebrada por pequeños grupos, pero cobró popularidad con la llegada de los irlandeses, alrededor de 1840, y fueron ellos los que gracias a su leyenda de Jack, introdujeron el uso de las famosas calabazas. Cuenta la leyenda irlandesa que a Juan, le prohibieron la entrada al cielo y al infierno porque nadie lo soportaba, y que se paseaba con una linterna hecha de repollo intentado entrar a alguno de los dos sitios prohibidos. Pero, fue recién en 1921 que se celebró el primer desfile masivo de HALLOWEEN, en Minnesota, práctica que se extendió rápidamente a otros Estados. Por último, en la década de los ochenta, la televisión y el consumismo se encargaron de hacer de HALLOWEEN, lo que hoy todos bien conocemos.
Personalmente, yo no puedo dejar de maravillarme ante el periplo alucinante, desde el SAMHAIN Celta de hace más de 2,500 años, hasta el “¡JALURIIIIIII!, o ¡JILURIIIIII!, de los niños pobres de Lima desesperados por un par de caramelos.


IMÁGENES: todas las fotografías tomadas por JAG en una fiesta de HALLOWEEN.