martes, octubre 31, 2006

DE LOS CELTAS A LOS NIÑOS POBRES DE LIMA

Recuerdo que cuando vivía en Lima, para el 31 de octubre, los niños pobres bajaban de los cerros e invadían los barrios de la clase media y alta con disfraces improvisados, una bolsa negra sobre la cabeza, el rostro pintado con corcho quemado o un trapo amarrado alrededor del cuello eran más que suficientes. Y, sin cesar, tocaban a las puertas gritando algo así como “¡JILURIIII!, o ¡JALUURRIIIII!, esperando a que salgan los dueños a tirar algunos dulces en sus bolsitas recicladas.

Ahora que estoy aquí, en el corazón de San Francisco, en el país en el que HALLOWEEN es una celebración importante, me pregunto, ¿dónde comenzó todo, cómo es que esta celebración, ahora comercial y exclusivamente consumista, llegó hasta esos niños pobres de Lima?
Lo cierto es que todo empezó hace más de 2,500 años con la celebración del SAMHAIN (palabra que significa literalmente, el fin del verano), una fiesta de gran importancia y múltiples significados para el pueblo CELTA. Era la tercera y última celebración de la cosecha, que marcaba el inicio del Año Nuevo, así como el inicio de las dos mitades en las que, los celtas, dividían el año.
En el SAMHAIN, se celebraba la muerte del Dios Sol y su paso a la tierra del verano. Se creía que, en ese día, el velo que separaba el mundo de los muertos y el de los vivos se hacía muy fino, lo que le permitía, a los vivos, poder comunicarse con sus muertos para ayudarlos a encontrar el camino hacia la luz, así como para poder averiguar cosas sobre el futuro. Los Celtas, creían tanto en esto, que se consideraba que si un niño nacía en estas fechas tendría el don de la clarividencia. Durante el SAMHAIN también se honraba a la MORRIGAN, diosa oscura de los muertos y las batallas.
La celebración empezaba con la caída de la noche del 31 de octubre, se encendían grandes fogatas, se decoraban las casas con frutos y vegetales productos de la cosecha para alimentar a los muertos en el camino hacia la luz, e incluso se sacrificaban animales y a veces hasta humanos. Pero, los Celtas, no sólo se podían comunicar con sus muertos si no que, también, eran acosados por espíritus malignos y brujas que rondaban hambrientos por el mundo de los vivos, es así que, por esa razón, se decoraban las casas con huesos, calaveras y demás cosas desagradables con el fin de mantenerlos alejados.
Luego, cuando los romanos invadieron los pueblos celtas, ellos ya celebraban a fines de octubre “La Fiesta de la Pomona”, dedicada a la diosa de los árboles frutales, una suerte de vendimia que como es fácil entender, el pueblo conquistador no quería perder si no más bien imponer, por lo que decidieron confundir a los celtas argumentando que ellos ya tenían esa misma celebración, es decir, el SAMHAIN, desde mucho antes.
Más tarde, cuando el cristianismo se propagó por Europa, los sacerdotes tuvieron que buscar la manera de lograr que las fiestas paganas (SAMHAIN y LA POMONA), se convirtieran en fiestas cristianas, por lo que decidieron instaurar el primero de noviembre como EL DIA DE TODOS LOS SANTOS, conocido en Inglaterra como ALL HALLOWS’ DAY, y a la noche anterior se le denominó ALL HALLOWS’ EVE, es ahí donde se encuentra el origen del nombre HALLOWEEN.
Se produjo entonces un claro caso de sincretismo que, durante la Edad Media, fue muy bien aprovechado por algunos ladrones que, durante las celebraciones, se disfrazaban de diablos y espectros para poder cometer sus fechorías y después culpar, muy orondos, a los espíritus. Se dice que es de ahí de donde surge la costumbre del disfraz.
La celebración llegó finalmente a los Estados Unidos traída por los pioneros. Al principio era una fiesta católica celebrada por pequeños grupos, pero cobró popularidad con la llegada de los irlandeses, alrededor de 1840, y fueron ellos los que gracias a su leyenda de Jack, introdujeron el uso de las famosas calabazas. Cuenta la leyenda irlandesa que a Juan, le prohibieron la entrada al cielo y al infierno porque nadie lo soportaba, y que se paseaba con una linterna hecha de repollo intentado entrar a alguno de los dos sitios prohibidos. Pero, fue recién en 1921 que se celebró el primer desfile masivo de HALLOWEEN, en Minnesota, práctica que se extendió rápidamente a otros Estados. Por último, en la década de los ochenta, la televisión y el consumismo se encargaron de hacer de HALLOWEEN, lo que hoy todos bien conocemos.
Personalmente, yo no puedo dejar de maravillarme ante el periplo alucinante, desde el SAMHAIN Celta de hace más de 2,500 años, hasta el “¡JALURIIIIIII!, o ¡JILURIIIIII!, de los niños pobres de Lima desesperados por un par de caramelos.
IMÁGENES: todas las fotografías tomadas por JAG en una fiesta de HALLOWEEN.