jueves, junio 28, 2007

FUJIMORI NO ES PERUANO NI JAPONES, ES UNA ALIMAÑA ASQUEROSA

Cobarde, descarado, caradura, ladrón, asesino, abusador, mitómano, farsante, serpiente, falsificador, todo eso y más es lo que pienso que es el señor Alberto Fujimori, quien, en vista de su imposibilidad de escapar como una rata por las alcantarillas, como ya es su costumbre, debido al arresto domiciliario en el que se encuentra en Chile, no ha encontrado mejor manera para intentar eludir la inminente extradición al Perú que postular al senado japonés.

¿Hasta dónde va a llegar este tipo en su desfachatez, hasta cuando cree que se puede reír en la cara de todo el mundo y caer como siempre caen los gatos, de pie? Y, lo peor de todo, ¿hasta cuándo va a tener ese sequito de pequeños animales rastreros y carroñeros que lo defienden a capa y espada en el sucio mundillo de la política peruana? Me pongo a pensar en esos tipejos(as) que se rasgan las vestiduras por Fujimori cuando es sabido por todo el mundo el tipo de hombre y político que ha sido y sigue siendo y, la verdad, por ellos no puedo sentir más que asco, pobres diablos enajenados por la avaricia y la posibilidad de recibir un poquito de poder. Pero, los que sí me dan pena, son sus hijos, sus familiares más próximos que, de no estar infectados con el cáncer de la ambición y el poder, pues deben estar lidiando día a día con la peor de las vergüenzas.

Es necesario extraditar a Fujimori, el hombre que utilizó los mecanismos de la democracia para hacerse dictador; el japonés que dijo que era peruano para llegar al poder; el hombre que permitió que se torturara a su mujer para que no hablara en su contra; el tipo que sostenía que ganaba un sueldo paupérrimo mientras sus hijos recibían las mejores educaciones en el extranjero; el presidente que trabajó con ahínco en la corrupción de todos los aparatos del gobierno; el que pagó coimas (mordidas) con dinero del narcotráfico; el que respaldó el espionaje desmedido, el uso y abuso de la tortura, el asesinato, el chantaje, el genocidio; el que escapó como un cobarde de la peor calaña y renunció al cargo de presidente desde Japón, refregándonos en la cara que nos había estado mintiendo todo el tiempo.

¡Es necesario extraditarlo y hacer que se pudra en la cárcel por el resto de sus días junto a su hermano espiritual Vladimiro Montesinos!

AQUÍ, una buena web sobre Fujimori, sus atropellos y su extradición.

FOTOMONTAJE: "El Carroñero del Poder" por JAG.