Punta Negra, a unos treinta minutos de Lima, es el balneario en el que solía pasar los veranos en familia y los inviernos en soledad. Cientos de historias se esconden es su calles, en sus playas de aguas bravas y ariscas, en su intenso y desbocado verano, en su nublado silencio de invierno. Cada vez que regreso a Lima, me hago de un tiempo para visitarla y siempre es un reencuentro cargado de emociones. Estás son unas fotos que tomé en mi última visita a Lima.

La formación rocosa más característica de Punta Negra y, probablemente, el origen de su nombre.

El Chanque es el lugar al que los viejos pescadores de la zona van a ganarse la vida.
En estos días ando muy ocupado, pero espero pronto dedicarle algunos textos a esta playa que ocupa un espacio privilegiado en mi memoria.
OTRAS FOTOS DE PUNTA NEGRA AQUI.