Ser un viento fuerte que arranque de las cosas su nombre Que se lleve en un remolino celeste la esencia que hace que todo exista Que quede el árbol vacío La casa vacía El cigarro sin nombre Que la muchacha se pierda en medio del sabor ignoto de la tarde Que el pájaro se encuentre de pronto confundido en el incendio púrpura del estío Y abajo El bote sin proa El marinero sin mar Sin brújula la ballena Sin salto el delfín Y que Tierra adentro El soldado se descubra atónito en la sórdida trinchera de la muerte Y que piense que el fusil es una hermosa flor de acero que le entregará feliz a ese otro que antes era su enemigo Ser un viento fuerte que arranque de las cosas su nombre Que nos obligue a la búsqueda desesperada del Yo Que nos permita reordenar el mundo Incluso el mío.
IMAGEN: Mujer en contraluz, El Dorado Nacional Forest, California, 2008. Por JAG
