miércoles, abril 05, 2006

MARTIN ADAN, DARWIN Y EL GENESIS: UN ESTUPENDO SEUDONIMO (primera parte)

“¿Cuántos saben cómo me llamo de verdad?”


En una entrevista Martín Adán responde en torno a su seudónimo: “No sea huachafo ¿Eso a quién le importa o que importancia tiene?” Lo cierto es que a los largo de los años el seudónimo adoptado por Rafael de la Fuente Benavides ha sido motivo de varias aproximaciones e interpretaciones. A continuación anotaré algunas explicaciones en torno al tema.

Armando Bazán presenta en una historia muy detallada el origen del seudónimo. Cuenta que en una reunión con José Carlos Mariátegui en la que se encontraban los jóvenes Estuardo Nuñez y Rafael de la Fuente Benavides (aún no Martín Adán), y Mariátegui estaba elogiando el trabajo del joven escritor Rafael, pero puso de manifiesto una clara objeción:
-Es –dijo con énfasis Mariátegui- el nombre. Rafael de la Fuente no armoniza con su obra realmente notable; me suena a algo así como Lucía Godoy, como Cayetano Rapagnetta… Estos dos personajes entre centenares de otros, presintiendo el gran destino que les esperaba, reemplazaron sus inexpresivos apelativos, por otros simples, musicales. Hoy son Gabriela Mistral, Gabriel D’anunnzio. Hay que cambiar pues el suyo de cualquier modo… Tengo la impresión de que usted representa visiblemente la persistente tentativa de llegar a la completa transformación, el termino del esforzado salto que va del simio al hombre… Hay que buscar pues dos términos que simbolicen o representen dicho acontecimiento.”
Entonces Estuardo Nuñez adujo:
-En tal caso, representando al simio podríamos emplear la palabra Martín… Casi todos los monos que conozco se denominan Martín.
A lo que Mariátegui agregó:
-Perfectamente, y como hay tantísimos apelativos humanos, para representar a nuestro género tomaremos el del primero que habito la tierra: Adán.

Sin embargo, Estuardo Nuñez ha dicho posteriormente:
-El seudónimo estaba destinado a encubrir la publicación de la obra y el éxito literario ante la familia. La familia había decidido que Martín Adán fuera un señor abogado de gran figuración social, de gran figuración política; y esto de dedicarse a las letras y a la poesía era un tanto contrario a los propósitos de la familia…

Luego, en su biografía, Nuñez agrega dos razones más para el uso del seudónimo: La timidez y el temor a la crítica.

En un par de entrevistas, el propio poeta dice al respecto:
-La verdad es que no recuerdo por qué lo del seudónimo en sí, fue por el temor, muy explicable, del muchacho que publica por primera vez. Si mal no recuerdo, el seudónimo lo creamos entre Mariátegui y yo.

La verdad es que Martín Adán es un seudónimo precioso y con una fuerza expresiva impresionante que fusiona en un abrazo musical y casi imposible al Genesis y a la teoría de la evolución de Darwin. Sin duda, uno de los mejores seudónimos en la historia de la literatura peruana.


NOTA: de la serie mis escritores favoritos. Entregas anteriores: Washington Delgado y César Moro.

IMAGEN: Fotomontaje por JAG.