jueves, junio 14, 2007

YASHIN Y CERVANTES, DOS MAESTROS

Cuenta la historia que, Lev Yashin, capitán de El Dínamo de Moscú, equipo en el que atajó durante toda su carrera futbolística, tenía una voz telúrica y cargada de energía que retumbaba en las tribunas y que era capaz de ordenarlo todo en el campo con su diestro y poderoso manejo de la palabra.

“La Araña negra”, así le llamaban por su elasticidad y porque siempre vestía de negro, fue el primer arquero en jugar con los pies y obtuvo innumerables premios: Once veces mejor arquero de la antigua URSS. Tres veces mejor portero de Europa. Tres veces mejor golero de los Juegos Olímpicos. Dos veces, mejor guardameta de las Eurocopas. Balón de Oro al mejor futbolista europeo en 1963. Mejor deportista ruso del siglo XX. Y no sólo eso, si no que, también, tiene el impresionante record de 150 penales atajados. Cifra, aparentemente insuperable. Además, desde 1994, el trofeo de la FIFA al mejor arquero del mundial lleva su nombre.

Pero, antes de que todo eso ocurra, El joven Lev trabajaba en una fábrica de herramientas y le gustaba jugar hockey sobre hielo. Un día el equipo de fútbol de la fábrica necesitaba un arquero con urgencia, y a los 14 años, Lev tuvo su primer encuentro con el destino. Cuatro años después, al terminar los estudios obligatorios, Yashin entró a trabajar en una fábrica de aviones, para ese entonces, el fútbol ya se había convertido en una pasión. Sin embargo, él no quería ser arquero, él quería más bien, convertirse en delantero y disfrutar de la gloria absoluta del gol. Pero fue su primer entrenador el que, al ver sus manos grandes y bien formadas y su 1,88 de altura, tuvo la visión del futuro y le dijo: Usted debe ser arquero.

El guardameta más grande de la historia era un hombre interesante. Apasionado de la pesca, la buena música y la lectura, actividades de naturaleza solitaria, contemplativa y excluyente como la de su puesto en el gramado o la del escritor. Los periodistas cuentan que sólo tomaba leche y que se fumaba hasta diez cigarrillos al día, un crimen para un deportista de nuestros días. Probablemente fue esa costumbre literaria, la del tabaco, la que le causó aquel cáncer al estómago que lo mató en 1990.

Definitivamente, Yashin, fue un innovador del arco y un maestro en el uso de la palabra. Él, marcó el camino del cancerbero moderno con su estilo único de anticipación y salida. Así como lo hizo Miguel de Cervantes Saavedra en el campo la literatura, más de III siglos antes, cuando publicó por primera vez “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”, en la imprenta de Juan de la Cuesta.

Sin embargo, es interesante saber que Cervantes, a pesar de haber escrito un puñado de poemas en sus primero veintes, no tuvo a la palabra como profesión sino hasta varios años después. A los veintidós años en Roma, fue camarero del cardenal Giulio Acquaviva, lo que le sirvió como punto de inicio para su carrera militar. Luego en 1571 ocurrió aquello de los dos arcabuzazos en la batalla naval del Lepanto, uno en el pecho y otro en la mano izquierda que le quedó inutilizada para siempre, y que nunca le fue amputada como cuenta la leyenda popular. El que sí sufrió una amputación, fue Lev Yashin, quien en 1984 a causa de una tromboflebitis perdió una pierna.

Antes de dedicarse por completo a la literatura, Cervantes pasó cinco años preso en las mazmorras argelinas, intentó lograr un puesto oficial en América que nunca pudo conseguir, fue comisario real de abastos para la Armada Invencible y recaudador de tazas atrasadas en Granada. Sin embargo, es gracias a todas estas experiencias humanas bastante miserables que Cervantes puedo desarrollar tan vasta, importante y fundamental obra literaria.

Tanto Lev Yashin en el arco como Miguel de Cervantes Saavedra en la literatura, sin quererlo o queriéndolo con todas sus fuerzas, marcaron la historia, trazaron en el tiempo una línea divisoria y fundacional. Ambos fueron capaces de elevar al nivel más alto, actividades tan difíciles e incomprendidas como las suyas. De una u otra manera, todos estamos en deuda eterna con ellos.


FOTOMONTAJES POR JAG