Esta es una mirada breve de los miles de hombres y mujeres que han dejado sus países, que han cruzado la frontera, que en muchos casos han dejado a sus familias e incluso han arriesgado sus vidas con el único objetivo de mejorar sus condiciones de vida, de buscar el sueño americano que desde hace ya un buen tiempo se ha empezado a convertir en la pesadilla americana. Estos hombres y estas mujeres se parten el lomo trabajando de sol a sol de manera honrada. Ellos son la fuerza, el motor de una economía en problemas, y el gobierno no hace nada más que llenarles el camino de trabas, que ponerles una zancadilla de miedo con la que tienen que lidiar diariamente.
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