Varios periódicos dan cuenta del discurso “La mochila de Jim Hawkins” que leyó ayer el escritor español Arturo Pérez-Reverte en la última jornada del ciclo “Lecciones y maestros” organizado en Santillana del Mar por la Fundación Santillana y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
A continuación les ofrezco un picadito de lo dicho por el autor de “El pintor de batallas”:
Ante numerosos críticos literarios, escritores y expertos, el novelista arremetió contra quienes se dedican al “lado solemne de la literatura” y contra los críticos que “viven del cuento de contar ‘no cómo son’, sino ‘cómo deberían ser’ los libros que escriben otros”.
“Esos libros que ellos, naturalmente, escribirían con suma facilidad, si quisieran. Lo que pasa es que no quieren”
Criticó también a aquellos que sólo consideran válida “la literatura difícil y minoritaria” y, fiel a su “costumbre de hacer amigos”, lanzó dardos contra “los creadores de opinión literaria”, los “parásitos iletrados” y “cagatintas analfabetos” cuya memoria “empieza ayer por la tarde. Los que no se manejan más que de Cortázar para acá”.
El único “compromiso” de Pérez-Reverte como escritor “es contar una historia de forma eficaz”. “Escribo lo que quiero porque me gusta hacerlo, porque así vivo otras vidas además de las mías, porque ajusto cuentas con el pasado. Y me leen porque quieren leerme. Mi responsabilidad termina en el momento en que entrego el mejor texto posible a mi editor”, aseguró.
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