“Mi ilusión tiene una magnificencia salomónica. Amo la hermosura, el poder, la gracia, el dinero, el lujo, los besos y la música. No soy más que un hombre de arte.” Es interesante, pero esta breve cita de Rubén Darío que forma parte del texto Los colores del estandarte, publicado en La Nación de Buenos Aires en 1896, como respuesta a una reseña publicada sobre su libro Los raros, bien podría corresponderle a varios escritores de estos tiempos. ¿O no?
IMAGEN: El Lector, por JAG.