lunes, marzo 20, 2006

JOSE TOLA, EL OSTRACISMO Y LA BUSQUEDA DE LA FELICIDAD

El día de ayer, Pedro Escribano publico en La Republica una entrevista al gran pintor peruano José Tola. Siendo uno de mis pintores favoritos, aquí transcribo la entrevista para que el lector pueda una filosofía de entrega pura al acto creativo.
Lima, la horrible
Cuando era escolar, no había papel que estuviera al alcance de sus manos y no llevara sus trazos. Así Tola, “garabateando”, inició su carrera de artista antes de llegar a alguna escuela de arte.
“Cuando terminé el colegio, ya había decidido ser artista. Me fui a estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, España”, detalla Tola.
–Tienes una historia de viajes. ¿Eres un nómada?
–No, lo que ocurre es que Lima es fea y decidí irme. Después, cuando regresé, esta ciudad me pareció más chata.
Asegura que con la distancia se mira mejor, “es como que allá te hace más consciente para mirar cómo son las cosas acá”.
Por eso Tola si no parte a otros lares, opta por aislarse, es decir, hacer un viaje azul hacia sí mismo.
–Tienes una vocación de autoexilio.
– Es que no me interesa esta realidad, es muy engañosa, muy fraudulenta, hipócrita y falsa. Uno descubre que hay valores muy distintos a los de uno.
–¿Esta situación de soledad no te ha llevado a un psicoanalista?
–(Risas). No, el tiempo lo quiero para mí. Pinto, escribo, escucho música, leo. Lima es una ciudad que no recompensa cuando sales a la calle. No te da nada. El teatro es malo o mediocre. Otros espectáculos son peores. No es como Europa, que de repente te cansas de no hacer nada y te vas a una ópera maravillosa, a un buen concierto, una exposición como ocurrió aquí con la muestra “Fluxus” en el Museo de Arte. Eso ocurre de vez en cuando, no es parte de lo cotidiano de nuestra realidad. Prefiero estar en casa. Afuera la gente está amarga, nerviosa, agresiva.
–En una nota autobiográfica dices “vendo todo, pero no mi alma”. ¿El artista no se vende?
–Tampoco complazco. Si te conviertes en artista comercial será triste lo que pintes...
–¿Nada de pedidos de galerías?
–Nada. Si bien trabajo con Lucía de la Puente, yo pinto lo que quiero. Ella solo me representa. Si pintas para vender entonces pintas lo que te piden. Eso no va conmigo.
–Hablemos de tu vida, ¿has tenido temporadas en el infierno?
–(Risas). He tenido varias (risas).
–¿Demonizado?
–Yo creo que hay un sufrimiento muy fuerte en todo eso. Es como que viajas al infierno, pero el problema es cómo regresas. Si regresas con las cosas ordenadas en tu cabeza, pues está bien. Pero si regresas con una confusión, un caos, estás jodido. El asunto es regresar con la cabeza bien puesta y empezar a plasmar,
–¿Y cómo pintas un cuadro?
–Yo me paro frente a la tela y ¡paf! lo realizo, sin boceto ni nada. Así, directamente. Ahora, cuando hay momentos como un cruce y pierdo un tanto la dirección, boceteo. Es decir, busco, busco, busco.
–¿Cuánto te importa el color?
–Mira, en un cuadro lo importante es el color. Un cuadro sin color no tiene sentido. El “Guernica” para mí es como un dibujo.
–Una dimensión humana es el amor. ¿Eres hombre enamorado?
–¿Enamorado de mis pinturas?
–No, hablo de tus afectos.
–Con las mujeres que he estado siempre las he amado...
–¿Crees que, efectivamente, el amor conduce a la felicidad?
–Siempre hay esa problemática, ¿no? Con el tiempo me he dado cuenta de que lo único que amo es mi pintura. En un repaso de tu vida es lo único que queda.
–¿El amor es tortura?
–El amor es una cosa como que se hace secundaria. La pintura te absorbe, es muy demandante.
–¿Y te gusta el fútbol?
–No, para nada. Cuando estaba en el colegio, pateaba una pelota, pero después, no.
–¿Y la política?
–Para nada. Tampoco leo periódicos, veo televisión...
–Insisto, en la política está la suerte del país...
–Sí, pero en los políticos, y eso sabe la gente, todo es engaño.
–¿Tu candidata es Lourdes?
–No. Tengo la opción de viciar mi voto.
–¿Te preocupa el fin, la muerte?
–Mira, lo que a mí me molesta de la muerte es que es una experiencia de la cual uno después no puede decir nada. Es una experiencia grandiosa y no puedes dar testimonio alguno de ella. Eso es lo que me molesta.
–Te pregunto sobre la muerte porque estabas pintando tu ataúd.
–Sí, ya lo terminé...
–¿Y los vas a exponer?
–No, lo voy a usar (risas). Un día me voy a meter en él toda una temporada allí...
“Para mí la felicidad está en crear”
-No sales de tu casa, ¿temes convertirte en lobo estepario?
-Eso era hasta los 18 años. Ahora soy un varón rampante... (risas)
-¿Algunas vez has tenido el deseo de renunciar a ser artista?
-No, nunca. No, lo único que sé es que mi vida es el arte, pero no tanto como la pintura, sino como el acto de crear. Eso es lo que más me interesa.
-Se tiene la imagen de que eres autodestructivo...
-De eso hay que hablar con un psiquiatra (risas). En todo hombre hay un grado de autodestructivo ¿no?, en unos más y en otros menos. Yo estoy en algunos menos y en algunos más.sabes, todo ello es según el momento, las circunstancias (risas).
-¿Cómo quién te gustaría pintar?
-Eso es como decir adónde vas con tus cuadros... Si supiera adónde voy, ya estaría allí (risas). La cuestión es ir descubriendo y descubriéndose, un trabajo bien lento e intenso.
-El realismo urbano, por ejemplo, ¿no te seduce?
-No, no me interesa.
-¿Y tus personajes de dónde vienen?
-De las personas que conozco, de las cosas que me atraen...
-Para terminar, ¿Tola es feliz o está buscando la felicidad?
-Yo creo que más que felicidad el asunto es maravillarse. Eso es lo que más me llena. Cuando estás pintando y de pronto retrocedes para ver el cuadro y observas que está muy bien, ¡carajo!, dices, de dónde me salió todo esto, es una maravilla. Eso para mí es la felicidad. La felicidad está en crear.

NOTA: Pueden ver algunos trabajo de Jose Tola en la siguiente dirección:

www.trazegnies.arrakis.es/cuadrostola.html

MAS DE TOLA AQUI Y AQUI.