martes, mayo 16, 2006

JOSE TOLA POR JOSE TOLA (última parte)

“Las grandes obras vienen del sufrimiento y el sufrimiento es intemporal”, José Tola.

Esta es una nota autobiográfica escrita para uno de sus catálogos. Nada mejor que leer a Tola escrito por el mismo Tola. Es un texto revelador e intenso escrito con un estilo propio y descarnado.
Servido queridos lectores.

1943. Abandono el vientre de mi madre. Lima es más fea. Hace un calor horrible. Aprendo a decir gugu, mama, con-con. Deserción familiar. Regresamos a vivir a la casa del abuelo. Todo me parece inmenso: la gente, las situaciones, los tenedores. Las mucas cuidan la casa, los sapos revientan en el suelo. Bloqueo mental. Vamos a vivir a Los Ángeles (Chaclacayo). El tren Lima-La Oroya pasa a ocho metros de donde duermo. En Lima, las Dolly Sisters triunfan. Regresamos a Lima. Mi documentación no concuerda con los requisitos religiosos y pedagógicos. Termino el colegio. Fugo del hogar materno seis meses. Fiebres intestinales. Vuelvo a casa. Ingreso en 1962 a Bellas Artes de Lima. Reincidente de adulterio. Uso di Mare, barco mercante. Callao. Puertos, prostitutas, souvenirs, peces voladores. Barcelona. Voy a Madrid. Un año de preparación. Victoria de Samotracia, Venus, torsos y todas las mutiladas históricas.
1963. Ingreso a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid. Dibujo. Composición. Ropaje antiguo. Liturgia, más mutiladas y dibujo clásico. Historia del arte. Técnicas antiguas. Restauración... Fin de tercer año. Huyo a Londres, Beatles, hachís, primer trabajo: lavar enfermos. Cuarto año, verano, me largo a París. Sartre, Camus y el submundo francés... Viajo a Londres, recojo fresas, lavo platos, primer pinchazo; más Beatles, Rolling Stones, Bob Dylan. Regreso a Madrid. Un reportero americano en el Guide Post: "...one another figurative painter, who attracted my attention recently...". 1968. Recibo mi título. Cinco años de Escuela. Vacío mis tubos de óleo. Mato a mi perra Útero y regreso a Lima. Chata y más fea aún. Después de la conversación y la cena. Primer premio. Salón de Pintura de la Municipalidad de San Isidro. Se muere mi gato Lucas.
Regreso a España, Alemania, Grecia, Turquía, Irán, Afganistán, Pakistán e India manejando una Kombi. El Ganges tiene una capa de mierda de cinco centímetros que purifica. Me voy a los Himalayas. Pero El Yeti no está. Retrocedo. ¡Oh, Calcuta! Regreso a España. Individual en la Galería Seiquer, Madrid... Regreso a Lima. Busco trabajo de profesor. No se puede tener un título y ser imberbe, denegado. Monto una editorial legal y erótica. ¡Un éxito! Me cae la policía y decomisan todas mis ediciones. Se me busca por corrupción a la sociedad. Salgo del Perú. Tlahuapán, México. Crío cerdos, edito libros, castro, inyecto, planto y trabajo en mis cosas. Me conceden un pasaje México-Estados Unidos-Lima. Me presento ante los Tribunales. Libertad condicional. Sade, Musset y la literatura galante inglesa se quedan entre la risita histérica de los jueces. Pago mi indemnización económica a la sociedad.
1977. Me encierro a pintar definitivamente, aunque el infierno se hunda. Se hunde. Destruyo todo y no expongo. 1980. Regreso a España, Marruecos, Mauritania. Ya nada es igual. Los viajeros parecemos delincuentes y el agua Sidi-Harazem viene en envases plásticos. Los europeos blancos-azulinos de la tercera edad se calientan al sol en Agadir como grotescos yogures. Regreso al Perú. Trabajo en esta serie al óleo esperando conservar mi obsesión de equilibrio para realizar esta exposición.Las catorce obras se venden antes y durante el primer día de la exposición. Vendo todo menos mi alma. El camino del éxito es ése. Concluyen allí el academicismo, los cánones, las fórmulas... ¿Dónde radica la libertad artística? Reviso. Me vuelvo a cuestionar. Tres años horribles. El síndrome del fracaso es mi sombra. Huyo a España. Nada. Me largo a Marruecos. No se vaga con una idea. Regreso. Nada es nada. Destruyo todo.
1984. La gran ruptura, Sobre la abstracción y la forma. Rompo con el plano básico: horizontal-vertical. Trabajo en la forma como soporte. Desconcierto. El planteamiento teórico se entiende como propuesta lúdica. La búsqueda, la exploración es parte del crear. 1985. Me voy a vivir a Pachacamac. Autodestierro. Trabajo en silencio. 1986. II Bienal de La Habana '86. 690 artistas, 2,451 obras. Primer Premio. La maquinaria funciona, vienen las propuestas, pero mi problema es otro. Ahora son los materiales. Vuelvo a México a trabajar en mi pintura. Metal, tierra, brea...experimento con todo. El Perú es una bomba. La dinamita es el pan; la sangre, el ketchup. Ni casa, ni taller. Trabajo en un terrero baldío. Las exposiciones individuales, las invitaciones a bienales y museos se suceden. Museo de Arte Carrillo Gil, México, XX Bienal de Sao Paulo; invitado expositor de honor a la III Bienal de La Habana. 1990. Me construyo un taller. Empiezo. Catorce meses. Veinticinco horas diarias. Policloruro de vinilo. Polietileno. Plástico. Soplete. Salitre y brea. Quemo, plastifico y me plastifico por dentro y por fuera. Humo-negro-plástico: somos ya la misma carne. Clavo, rompo, suturo. El iluminado; El yacente; Etarot descendiendo a los infiernos. Tres obras de dimensiones tridimensionales. En la pared, escrito: "Fuera de esto no hay nada" . Las exposiciones e invitaciones siguen. 1995. Regreso al plano básico. El problema es otro. La horizontal, la vertical, y sobre ella, en ella, los pesos, la composición. Buscar aquí y allá.
Nueva York. Los días en la acera del frente. Regreso a Lima, Juan Acha escribe un ensayo: Las paradojas de José Tola. 1995. Museo de La Nación. José Tola. Retrospectiva: 1965-1995. Pienso: "Treinta años en esto. Casi toda mi vida". Vienen las series Entre la abstracción y la metafísica; La serie negra. Austeridad total. Negro, blanco y uno o dos colores. Termino y desaparecen como al apagar la luz. Se salvan dos o tres. Pienso en ellos: "Extraños cuadros". Estoy en 1997. Invitado de honor, V Bienal de Cuenca, Ecuador. Pinto. No pinto. Hace diez años, no pintar un día me atormentaba. Ahora la idea es otra. Puedo trabajar de cabeza, parado, sentado, con o sin materiales. Crear desde lo más hondo: la verdad o nada. Nunca más claro. Leo, corrijo y se publica mi novela Ego azul. Escrita en 1970. Veintiocho años de espera en la antesala de ningún editor. 1998. Premio Bienal Tecnoquímica, otorgado en reconocimiento a la obra y a la trayectoria artística. Nueve artistas distinguidos en treinta y seis años. El lienzo en blanco espera. No hoy, mañana tampoco. No hago cuadros, es cierto, nunca los he hecho. 1999. Exposición individual: Tola en el Museo de Osma. Otra vez el cuestionamiento. Otra vez el Quo Vadis. No hay respuesta. Nunca la hay. En esto está uno solo, solo ante un enorme y oscuro horizonte vacío y solo... y quizá solo para siempre.

JOSÉ TOLA
Mayo 2000

IMAGEN1: fotomontaje por JAG.
IMAGEN2: Vitral.
IMAGEN3: Autorretrato, 1965.
IMAGEN4: Vitral.
IMAGEN5: Su soledad era el viento.
IMAGEN6: Vitral.
IMAGEN7: Vitral.

PRIMERA PARTE