Un vaso azul
Un libro negro
Una muchacha leyendo
En voz alta
Las palabras saltan torpes
Desde sus labios extranjeros
Una muchacha transparente
Un cuerpo intenso
Un par de manos
Límpias como el pecado
Una noche como cualquiera
Una voz en San Francisco
Agua
Un vaso azul
Una muchacha tierna
Un bostezo ajeno
Al torrente del deseo
Una emboscada interna
Que me aleja de las palabras
Un día y otro más
Azul como el vaso
Azul como los ojos
Locos del pecado
Un libro en las manos
De una muchacha
Un diluvio de palabras
Perdiéndose en sus labios
Un libro negro
Una muchacha leyendo
En voz alta
Las palabras saltan torpes
Desde sus labios extranjeros
Una muchacha transparente
Un cuerpo intenso
Un par de manos
Límpias como el pecado
Una noche como cualquiera
Una voz en San Francisco
Agua
Un vaso azul
Una muchacha tierna
Un bostezo ajeno
Al torrente del deseo
Una emboscada interna
Que me aleja de las palabras
Un día y otro más
Azul como el vaso
Azul como los ojos
Locos del pecado
Un libro en las manos
De una muchacha
Un diluvio de palabras
Perdiéndose en sus labios
El deseo es un pensamiento
Solitario
Un relato íntimo
Que apenas se refleja
En la mirada
No hay nada torpe
En la aparición súbita
De sus animales locos
El más mínimo movimiento
Tiene la fuerza de una hecatombe
En los brazos de la bestia purísima
De la piel
Una muchacha
Un libro
Un vaso azul
Una palabra
Una nueva dimensión de la vida
Se revela por dentro
Otro azul es el azul
Otro libro es el libro
Otra palabra cualquier palabra
Otra muchacha
La muchacha que lee
Una que ella misma no conoce
Una dibujada por el brazo
Tenso del deseo
Una que volverá mansa
A la hora del sueño
Con otra palabra
Con otro vaso azul
Con otro libro
Bajo el brazo.
IMAGEN: “Mujer en agua” fotografía de fondo y fotomontaje por JAG.