miércoles, mayo 10, 2006

CARMEN POSADAS, NO SOLO VARGAS LLOSA TIENE UNA NIÑA MALA

Tiene 53 años, mide 1,73 de altura, pesa 59 kilos y es sumamente guapa además de ser muy conocida en el “Jet Set” y la clase económico-política de España. Fue esposa del ex presidente del Banco de España Mariano Rubio. Hija de padre diplomático y madre restauradora, ha vivido en Uruguay (su tierra natal), Inglaterra, Rusia y radica en España desde 1965. Inició su carrera literaria escribiendo libros para niños y jóvenes, también ha escrito para el cine, la televisión y ha firmado novelas bajo seudónimo. El gran salto en su carrera se dio cuando en 1998 obtuvo el premio planeta con PEQUEÑAS INFAMIAS obra que ha sido traducida a veinte idiomas.

Esta semana Carmen Posadas ha estado en Lima invitada por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas para ofrecer una conferencia y para presentar su última novela JUEGOS DE NIÑOS, un thriller que hurga en el lado oscuro de los niños. “La maldad responde a un sentimiento que nos hacer sobrevivir y se llama egoísmo. Pero yo considero el mal auténtico a aquello que se hace sin que te reporte ningún beneficio. Eso es lo me más me interesaba”.

En los periódicos La República y Expreso se han publicado sendas entrevistas a Carmen Posadas, a continuación presento una selección de aquellas preguntas y respuestas que me han parecido más interesantes.
Servido.

–Carmen, usted de niña tuvo que viajar mucho, ¿de qué manera influyó esto en su carrera?
Creo que los escritores que han vivido en diferentes sitios tienen una visión más abierta de lo que es la realidad. Para mí la realidad no es una, ni la belleza es una y ni la inteligencia es una, sino que hay varias.

–¿Cómo maneja el tema de su identidad, habiendo nacido en Uruguay y habiendo vivido tanto tiempo en España?
Yo me siento muy uruguaya. Creo que es una pena perder las raíces. Una necesita siempre un punto de referencia. Además toda mi familia es uruguaya. Pero le estoy muy agradecida a España porque mis hijas son de allá y mi marido también lo era.

–Te fastidia que te tilden de escritora feminista.
–A las escritoras siempre le preguntan qué opinan de la literatura femenina. A los escritores nunca le preguntan qué piensan de la literatura masculina. No he hecho nunca ese tipo literatura porque es meterse en un gueto. Yo creo que todo influye a la hora de escribir. Por supuesto que el género también, pero eso tiene que traducirse en la novela, no algo de lo que se hace bandera.

–¿Cuánto filtras de tu vida en tu escritura?
–Yo creo, como digo en el libro, que los escritores son un poco como Frankenstein, van tomando de distintos personajes, de distintas situaciones, lo que le interesa. Nada es completamente autobiográfico.

–¿Cómo creas tus personajes?
–Cuando escribo no tengo ni la más remota idea de lo que va a pasar ni quiénes son los personajes ni sé nada de lo que voy a contar. Pero en cuanto aparece el primer personaje y lo escucho un poquito, habla, a partir de allí crea su personalidad. Eso me parece bastante mágico. Sabes, hay que escuchar a los personajes y ellos solos se van definiendo.

-¿Ser escritora es un oficio triste en países como el nuestro?
-Sí, es muy duro. No es suficiente el talento, no es suficiente el texto que uno escribe, hay que tener mucha suerte, hay que saber manejar las relaciones públicas, etc., hace de esto una profesión ingrata. Además para vivir de la literatura hay que estar muy considerado. Un joven abogado puede vivir de su profesión muy pronto, un joven escritor no.

–Ha escrito para niños y adultos, ¿qué tarea le parece más difícil?
Empecé escribiendo para niños pensando que era más fácil y fue una percepción errónea. Es muy difícil escribir para niños. Por otro lado, la literatura infantil es un buen banco de pruebas para la literatura en general porque conseguir la atención de un niño en estos tiempos es muy difícil y porque el lector infantil es un lector implacable. Si un niño lee algo y a la segunda línea no le gusta, se irá a jugar o ver la tele.

–¿Le ha costado mucho dar el salto de la literatura infantil a la literatura con mayúsculas?
Sí me costó. Porque la literatura infantil es muy anónima. Lo que cuenta ahí es el texto. Todo el mundo conoce a Pinocho pero nadie se acuerda de Collodi. Me ha costado muchos libros conseguir dar el salto.

–La crueldad infantil es un tema poco tocado, ¿por qué lo escogió?
Pensé que era un tema bastante literario. A mí me sorprendió que no hubiera muchos libros al respecto. Sólo encontré “El señor de las moscas”, de Golding, “Otra vuelta de tuerca”, de Henry James, y en menor grado “El ídolo”, de Graham Greene. Leyendo a Schopenhauer, Nietszche y Freud, me sorprendió que siempre que hablaban de la maldad, hablaban de los niños. Luego me di cuenta que es algo lógico, ya que los niños son seres humanos en estado puro. Pese a que Rousseau dijo que el ser humano es bueno y que las instituciones lo pervierten, creo que es al revés. El ser humano tiene unas pulsiones horribles y si alguien no nos explica los límites caemos en el mal.

–La han comparado con Agatha Christie, ¿qué piensa de eso?
El New York Times dijo que era la próxima Agatha Christie. Me halaga, pero no me reconozco en esa clasificación. Mi literatura no se parece en nada a ella.

–¿Le sorprendió mucho ganar el Premio Planeta?
Siempre soy muy pesimista, no me lo esperaba. Me alegró mucho, sobre todo porque ha marcado un antes y después en mi carrera. Antes me habían traducido a 4 o 5 idiomas, gracias al premio fui traducida a unos 20 idiomas, hasta el chino. (Risas).

–Hace un par de semanas en Madrid se encargó del laudatio en homenaje a Mario Vargas Llosa, ¿qué opinión le merece él y su obra?
Lo admiro mucho. A raíz del laudatio tuve la oportunidad de volver a leerlo y a profundizar en su vida. Fueron unas semanas maravillosas estar envuelta en el mundo vargallosiano. Creo que él tiene una cualidad que no siempre se encuentra en los grandes de la literatura, que es la gran generosidad hacia los jóvenes escritores. Además de buen escritor es una gran persona.

–¿Cuál es el siguiente paso?
Como dicen en España: “Virgencita: que me quede como estoy”

IMAGEN1: fondo en collage y Carmen Posadas, fotomontaje por JAG.
IMAGEN2: Carmen Posadas en sofá, fotomontaje por JAG.
IMAGEN3: fondo de flores y Carmen Posadas, fotomontaje por JAG.
IMAGEN 4: Laudatio a Vargas Llosa.