Desde la primera vez
El cansancio empieza su lento recorrido
Su viaje paulatino hacia la noche
Poco a poco se apodera de los sueños
Se adapta al espacio interno del deseo
Y no va dejando nada
Tan sólo su presencia oscura
En las palabras
Su imagen densa y pesada
En las paredes
Su flor de fuego en las solapas
Y no va quedando nada
Tan sólo esta voluntad desbordada
De quebrarnos la vida
La inexorable voluntad de rendirse.
Crece su presencia insoslayable
En la sonrisa
A ambos lados de los ojos
Siempre los síntomas surgiendo
El camaleón agilísimo
De la decadencia
La desquiciada mariposa
De la sal.
IMAGEN1: “El agilísimo camaleón de la decadencia”, fotografía y fotomontaje por JAG.IMAGEN2: “La inexorable voluntad de rendirse: fotomontaje por JAG.
El cansancio empieza su lento recorrido
Su viaje paulatino hacia la noche
Poco a poco se apodera de los sueños
Se adapta al espacio interno del deseo
Y no va dejando nada
Tan sólo su presencia oscura
En las palabras
Su imagen densa y pesada
En las paredes
Su flor de fuego en las solapas
Y no va quedando nada
Tan sólo esta voluntad desbordada
De quebrarnos la vida
La inexorable voluntad de rendirse.
Crece su presencia insoslayable
En la sonrisa
A ambos lados de los ojos
Siempre los síntomas surgiendo
El camaleón agilísimo
De la decadencia
La desquiciada mariposa
De la sal.
IMAGEN1: “El agilísimo camaleón de la decadencia”, fotografía y fotomontaje por JAG.IMAGEN2: “La inexorable voluntad de rendirse: fotomontaje por JAG.