Hace un tiempo se llevó a cabo un proyecto interesante en la ciudad de San Francisco. Se convocó a varios artistas y se les entregaron enormes corazones en blanco para que los utilizaran como lienzos. No había ningún tipo de restricción para el desarrollo de las pinturas salvo el formato del corazón. Así, un buen día, la ciudad se vio tomada por corazones. Uno salía a caminar y al doblar cualquier esquina se encontraba con un corazón grande y hermoso. Fue un proyecto estupendo que llenaba a la gente de alegría y sorpresa. El corazón y el arte unidos con el único objetivo de trastocar la rutina y ofrecernos algo nuevo, diferente y cargado de energía positiva.
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