Tenía 18 o 19 años cuando escuché por primera vez, RHAYANDER, del grupo CAMEL. Me enamoré de la canción y, en el acto, la piratee de un amigo. Colocaba la cinta en el walkam, subía el volumen al máximo y me echaba a andar por las calles de Lima. Mi pasó se aceleraba al ritmo de la música, la flauta me llenaba el pecho con una energía luminosa, las calles brillaban, los parques florecían, los olores de la urbe se cubrían de un sándalo fabuloso que todo trastocaba…
Pocas veces una canción ha tenido un efecto tan benéfico en mí. Tres minutos de pura energía celeste. Eso fue y aún es, RHAYANDER, para mí.
Así empezó mi larga y sólida relación con CAMEL, este grupo inglés que, a pesar de su basta trayectoria, no ha logrado el reconocimiento de otras bandas de rock progresivo. Es precisamente por eso que hoy he decidido escribir este pequeño post, para compartir RHAYANDER con ustedes, y para que los que aún no conozcan esta interesantísima y valiosa banda, cuyo origen se remonta a 1964, se adentren en su mundo.
Quizá, y esta es una recomendación para aquellos que fuman, sería bueno aplicar la formula del padre de Martín H (sí, el de la película), es decir, sentarse en un sofá cómodo, armar un porrillo, fumarlo con calma, ponerse los audífonos, subir el volumen, presionar play, y dejarse llevar.
Pocas veces una canción ha tenido un efecto tan benéfico en mí. Tres minutos de pura energía celeste. Eso fue y aún es, RHAYANDER, para mí.
Así empezó mi larga y sólida relación con CAMEL, este grupo inglés que, a pesar de su basta trayectoria, no ha logrado el reconocimiento de otras bandas de rock progresivo. Es precisamente por eso que hoy he decidido escribir este pequeño post, para compartir RHAYANDER con ustedes, y para que los que aún no conozcan esta interesantísima y valiosa banda, cuyo origen se remonta a 1964, se adentren en su mundo.
Quizá, y esta es una recomendación para aquellos que fuman, sería bueno aplicar la formula del padre de Martín H (sí, el de la película), es decir, sentarse en un sofá cómodo, armar un porrillo, fumarlo con calma, ponerse los audífonos, subir el volumen, presionar play, y dejarse llevar.
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Una entrevista en inglés
IMAGEN: “Camel en concierto”, de google image